De acuerdo a las estadísticas, al menos un 50% de la población femenina experimenta alguna alteración relacionada con la caída del cabello a lo largo de su vida y es que está problemática hace mucho que dejó de ser un tema exclusivo de los hombres. Por lo anterior y considerando que son muchas las variantes de esta enfermedad, hablaremos en esta oportunidad de soluciones para la alopecia nerviosa, una tendencia que viene dramáticamente en aumento especialmente en las mujeres jóvenes.
Conocida también como alopecia por estres, esta distinción define a la caída del pelo ocasionada por periodos de gran ansiedad, depresión o nerviosismo que interfieren de manera tal con el bienestar que el organismo acaba por sabotearse a sí mismo impidiendo que el cabello crezca y ocasionando su desprendimiento.
El impacto de la alopecia nerviosa
Si bien es un trastorno temporal, la verdad es que no resulta para nada sencillo asimilar las consecuencias físicas y psicológicas que este desequilibrio deja, además considerando que el estrés puede ser tanto una causa como una consecuencia de la pérdida del cabello en estos casos se precisa de la intervención de un psicoterapeuta para guiar el proceso de recuperación.
Aunque evidentemente todos estamos expuestos a vivir episodios intensos de ansiedad, para algunos estas son situaciones que sobrepasan y que provocan toda clase de desórdenes, es entonces cuando el cuerpo reacciona fabricando en mayor o menor cantidad hormonas como el cortisol que para nuestro pesar se dedica a absorber los nutrientes que son para el cabello y además a entorpecer su desarrollo. Respecto a los indicadores que nos ayudan a identificarla, la paciente notará como su cabello se cae de manera difusa y homogénea además tendrá picazón y será visible su gran debilidad.
Tratamiento para la alopecia por estrés
Para darle solución a esta problemática lo primero será eliminar por completo la fuente de estrés, algo que si bien parece simple suele ser bastante complejo ya que no todos están dispuestos a hacer cambios drásticos en sus vidas a pesar de que su salud se encuentre en riesgo.
Puesto que una vez culmine la crisis nerviosa el pelo volverá a crecer, resulta buena idea estimular a la persona a la práctica de algún deporte que le ayude a eliminar tensiones o quizás a participar en clases de yoga, meditación, arte y baile que son ideales para dejar salir ese cúmulo de emociones que tanto nos enferman.