Cuando se trata de ofrecer una explicación sencilla pero contundente sobre qué son las bienaventuranzas, no existe una mejor manera de describirlas que asegurar que corresponden al conjunto de valores o principios del reino de Dios, en otras palabras son preceptos que indican el comportamiento ideal para seguir el ejemplo de Jesús y por consiguiente vivir a plenitud la fe.
Ahora bien, respecto a las 9 bienaventuranzas y su explicación, es imprescindible anotar que ser bienaventurado es ser feliz, por tanto la iglesia constantemente busca rescatar estos valores morales detallando uno a uno de la mejor manera posible para que el fiel puede además de interpretarlos convertirlos en parte activa de su realidad, pensamientos y acciones.
Cuáles son las bienaventuranzas y qué significan
De acuerdo a los evangelios de San Mateo, las bienaventuranzas son extraídas del mítico Sermón del Monte pronunciado por Cristo delante de los apóstoles y una gran multitud, de acuerdo a lo expresado en https://www.lasbienaventuranzas.net el objetivo del Hijo de Dios era recordar que la felicidad no estaba en lo terrenal y que era indispensable erradicar la lujuria y la codicia.
- Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos: además de reconocer las flaquezas y aceptar la ayuda de Dios, la invitación es a confiar plenamente en el creador.
- Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados: la misericordia del altísimo siempre estará disponible para el que se arrepiente de verdad.
- Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán en herencia la tierra: puesto que la mansedumbre se relaciona con la sabiduría, la felicidad es de quienes aceptan la voluntad de Dios.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados: aquí se hace referencia a la justicia espiritual que busca estar libre de pecado.
- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán la misericordia: perdonar de corazón y compadecerse del mal ajeno hacen parte de este precepto.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios: la consigna es una vida marcada por la honestidad, la integridad y adecuado discernimiento entre el bien y el mal.
- Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios: ceder al orgullo y empezar por procurar la paz interior.
- Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos: quienes son señalados, difamados e intimidados a causa de su fe nunca deben sentirse solos ni olvidados.
- Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa: la firmeza de la fidelidad a Dios será recompensada.