Entre las habilidades sociales calificadas como exitosas, la empatía ocupa un lugar bastante especial gracias a que se describe como la capacidad de percibir, comprender y compartir lo que el otro puede sentir. De esta manera, ser empático se asume como algo positivo debido a que el individuo se encuentra en la disposición necesaria para conectar con los sentimientos de aquellos que le rodean fomentando mejores relaciones humanas.
Ahora bien, de la misma manera que existen muchos aspectos buenos por nombrar sobre esto concepto, es un hecho que también es posible hablar sobre el lado malo de ser una persona empática, y es que aunque parezca poco posible lo cierto es que dejarse llevar demasiado por esta «sensibilidad» puede representar algunos inconvenientes.
Facetas negativas de la empatía
- El estrés puede ser una constante: a causa de compartir emociones, estas personas pueden agobiarse terriblemente y pasar por estados de estrés importantes debido al cúmulo de sentimientos.
- Victimas de la manipulación: algunos pueden aprovecharse y manipular las buenas intenciones del empático para cumplir sus cometidos.
- Olvidan cuidar de sí mismos: aquella prioridad por atender las necesidades de los demás, permite que una persona empática se sienta egoísta si en algún momento si pone en primer lugar, así que se descuidan bastante.
- Pueden mostrar tendencias a la introversión: no es sencillo vivir con las emociones propias y las de los demás a flor de piel, por tanto suele ocurrir que el empático establezca periodos de introversión o extrema soledad para liberarse un poco de todas estas energías.