Aunque se utiliza mucho a nivel poético, lo cierto es que la ciencia de manera formal se ha dado a la tarea de investigar que tan cierta o no es la locura que desata el amor y los resultados al respecto dan cuenta de que este estado es comparable con una especia de demencia temporal por los aspectos físicos y químicos que se alteran.
Es importante resaltar que se está hablando no de aquel amor consolidado y estable, sino de la etapa del enamoramiento, es decir, aquella fase en la que las personas recién se están conociendo y son sobrepasados por la efervescencia de una atracción casi que fuera de control.
Perder la cordura por amor
Comparado con un estado obsesivo compulsivo, el enamoramiento cuenta con el poder necesario para que se activen en el cerebro sustancias químicas que se encargan que la concentración se encuentre dirigida casi que exclusivamente a ese ser amado, los neurotransmisores de disparan y es así como pasar todo el tiempo con esa persona se convierte en el deseo predominante.
Químicamente, son tantos los cambios por los que fluctúan las parejas en esta etapa, que se podría decir que es casi que todas estas reacciones son del orden de una adicción. Por supuesto, todos estos datos científicos tienen un lado bueno y uno malo en la vida práctica, pues siempre y cuando sean bien canalizados inspirarán a grandes cosas, pero cuando ocurre todo lo contrario aquella falta de cordura puede arruinar vidas.