Ubicado en la región más extensa del norte de Chile: Antofagasta, una de las localidades más antiguas del país, es el puerto marítimo más significativo en el norte de Chile y fue usado como puerto de descarga para el nitrato chileno. Además, es conocido como el desierto más árido del planeta Tierra.
Los paisajes de este desierto se asemejan a postales de algún lejano y extraño planeta, el desierto en total cubre un área de alrededor de 105,000 km² en el norte de Chile. Dentro de este extenso territorio, hay diversas zonas e interesantes áreas visuales que esperan a los viajeros curiosos.
Atacama, mas que un desierto
Este enigmático desierto posee tantas maravillas como, por ejemplo: el Salar de Atacama es uno de los más grandes del mundo, que tiene una cuarta porción de todo el litio del planeta, pero lo mejor es la vista. Asimismo, está el Valle de la Muerte, perfecto para hacer sandboarding en sus dunas de 120 metros. También está el Valle de la Luna, El Volcán Lascar que, es un majestuoso volcán activo que, cuando es seguro, puede ser hasta escalado. Igualmente hay lagos y algunas lagunas, como la de Cejar, donde sus aguas salinas permiten una navegación mayor a la del Mal Muerto.
La Mano del Desierto
Una de las fotos más conocidas y difundidas en el Desierto de Atacama es la Mano del Desierto, una sorprendente escultura de casi 12 metros de altura que parece brotar de la tierra, como los restos de una civilización antigua. Verla ahí, en medio de la nada, es como un espejismo. Creada por el artista chileno Mario Irarrázabal, donde recibe diversas interpretaciones dependiendo de cada observador, para unos es la ciudad despidiéndose de sus visitantes y para otros simboliza la opresión y la injusticia de la dictadura militar que hubo entre 1973 y 1990.
Lo cierto de todo es que, la mano del desierto transmite emociones de soledad, tristeza, iniquidad y martirio. En cualquier caso, la mano del desierto es un grandioso lugar para tomar algunas fotos y llevarse el mejor de los recuerdos de Antofagasta.
El mejor cielo nocturno
Atacama, región desolada y opuesta a la vida, es la total gloria astronómica, ya que la extrema sequedad de su aire, la inexistente contaminación lumínica y el clima, la convierten en un perfecto mirador celeste, algo así como uno de los mejores cielos nocturnos para filmar astrofotografía. Su extraordinario paisaje semejante al de Marte, lo convierte en una de las anécdotas más asombrosas para cualquier fotógrafo y entusiasta del espacio.