Las necesidades de la piel del bebé definitivamente son muy especificas y diferentes a las que manejan los adultos, ya que además de distinguirse por ser extremadamente vulnerable no suele disponer de la regulación térmica adecuada. A esto se le suma que los pequeños manejan un pH neutro, mientras que en los mayores el pH es ligeramente ácido.
Ciertamente los cuidados dermatológicos para el bebé son fundamentales ya que estamos hablando de una piel inmadura y delicada, es por esto que se precisa de un sistema de apoyo que se encargue de brindarle nutrición, hidratación y fortalecimiento para así evitar el daño que se origina a partir de la relación cotidiana con el entorno.
Atención básica para la piel del bebé
Para evitar alteraciones en la piel del bebé, recomendamos poner en práctica los siguientes recomendaciones:
- El baño. Al tratarse de un momento diario en el que se tiene contacto directo con la piel hay que procurar emplear una toalla suave de algodón, algún jabón líquido de pH neutro y evitar los cambios drásticos de temperatura, lo mejor es que sea siempre temperatura ambiente. Puedes encontrar en Mustela todo lo necesario para garantizar cuidado y eficiencia, no olvides aplicar un producto hidratante al finalizar el baño.
- Cambio de pañales. Lo ideal es que esto ocurra inmediatamente después de cada micción o evacuación, aunque lo mejor seria utilizar agua, las toallitas húmedas libres de alcohol pueden ser una buena alternativa, una crema protectora con oxido de zinc es lo más adecuado para la zona genital.
- Cordón umbilical. En este sentido lo adecuado es que la madre reciba orientación médica pues existen muchos mitos a este respecto, sin embargo se sabe que el hecho de que no aún no se caiga no es impedimento para tomar un baño.
- Baños de sol. Se debe tener mucho cuidado con esto pues existen horas críticas en las que los rayos solares son demasiado fuertes. Lo más prudente es acudir a un protector solar debidamente formulado para bebés.
Algunos cuidados especiales
En algunas ocasiones la piel de los pequeños puede presentar irritaciones, alergias o rojeces que merecen tratamientos especiales para un manejo responsable. Recuerda que cada niño cuenta con características propias, así que lo propio es acudir al médico para recibir la correspondiente orientación.
La delicadeza de estas pieles impone a los adultos estar siempre en la búsqueda de opciones debidamente certificadas que logren mitigar los efectos nocivos del medio ambiente.