Entre los diferentes fenómenos que son parte de la naturaleza, el arcoíris sin lugar a dudas se establece como uno de los más llamativos por la belleza que revelan sus colores y forma; rodeado de toda clase de mitos y leyendas que lo relacionan con hadas y duendes, la ciencia tiene su propia versión para explicarnos cómo se forma el arcoíris y todo lo que en general se precisa para la apreciación de esta luz, siendo esto justamente lo que se conocerá a continuación.
Definido como un fenómeno óptico y meteorológico en el que aparece una luz con forma de arco en el cielo, el arcoíris dispone de interesantes detalles que vale la pena revelar.
La formación de un arcoíris
Cuando las gotas de lluvia y los rayos del sol se atraviesan, es cuando se forma el arcoíris; además, es fundamental tener en cuenta que la luz del sol está formada por diferentes colores que, al mezclarse entre sí, dan lugar a la iluminación.
De otro lado, es un hecho que, para la formación de un arcoíris, se hacen necesarias condiciones como: el aire húmedo, es decir, lleno de pequeñas gotas; que el sol se encuentre despejado y que se disponga en cierta posición para que sus rayos lleguen a las gotas con un ángulo determinado.
No se debe perder de vista que la luz del sol contiene todos los colores, de manera que una gota de agua tiene la propiedad de descomponer esa luz en rayos de cada uno de esos colores.