Entre las diferentes herramientas de las que dispone el cristiano para llevar una vida en armonía, la oración se establece como una de las más efectivas por el hecho de propiciar un diálogo honesto y amoroso con el Padre, algo que ciertamente trae consigo su misericordia divina, que de hecho es notablemente necesaria para saber afrontar cada situación. Si bien cualquier momento del día es adecuado para orar, conocer sobre los beneficios de hacer oración en la noche puede ayudarte a comprender mejor todo lo bueno que puede llegar a ti a través de este medio.
Así pues, hacer oracion para antes de dormir es una fuente inagotable de bendiciones, sosiego y esperanza, factores bastante relevantes para salir adelante a pesar de los tropiezos que no han de faltar.
Razones de peso para orar en la noche
Lo que puede empezar como un simple hábito puede transformarse en poco tiempo en ese alimento espiritual que fortalece y regocija el corazón, por consiguiente se debe trabajar con la disciplina necesaria para vencer enemigos que nos acechan continuamente tal y como es el caso del cansancio, la pereza, la desmotivación y las distracciones pues ejercen su poder para llevarnos a la cama sin sacar el tiempo para agradecer o simplemente comunicarse con el Todopoderoso.
Al orar en la noche, el creyente se encuentra de manera directa ante el mejor momento de la jornada para hacer un balance del día, encomendarse a la protección de Dios y asegurarse de tener un despertar bajo todos los dones que se desprenden de la fe. Asimismo esta especial circunstancia trae como resultado la relajación y calma demandadas para ese anhelado sueño tranquilo y libre de pesadillas que muchas veces se hace tan complejo de obtener.
Decidir agradecer a Dios
La humildad y el agradecimiento son valores que el Señor valora enormemente, por tanto dedicarle el último instante del día habla bastante bien de la entrega y el respeto que le profesamos esto por supuesto desde la idea de que este sea un acto honesto y verdaderamente expresado tanto en palabras como en emociones.
Alejarse de los diferentes estímulos que pueden acompañarnos en el hogar y sacar ese espacio de intimidad para reconocer las buenas obras que Dios lleva a cabo en nosotros es el punto de inicio para que posteriormente cualquier dificultad que manifestemos pueda ser atendida con prontitud y desde la eterna bondad del afecto que siempre se nos ha manifestado.