Se llaman procesionarias de pino y es probable que las hayas visto en algún momento caminando en una larga procesión por el suelo de un bosque de pinos.
Pese a ser algo natural, resulta muy llamativo ya que no es muy común ver animales desplazándose de esta manera. De hecho, resulta especialmente llamativo para los perros y los niños, quienes son los principales afectados por las procesionarias del pino, ya que al acercarse pueden exponerse inocentemente a sus peligros.
Las procesionarias del pino siempre están ahí, pero sólo en ciertas épocas del año se cruzan en el camino de los humanos y sus mascotas. Dado que al principio de la primavera las condiciones de temperatura se hacen menos aptas para su supervivencia, el instinto de enterramiento de las procesionarias se activa.
Posterior a enterrarse bajo tierra, las procesionarias se convierten en crisálidas. Puedes encontrar más información en https://www.procesionaria.net
Las procesionarias del pino son peligrosas
Caminan en procesión (de ahí su nombre) guiados por una hembra y serían presa fácil para los depredadores en este momento si no fueran venenosos. Las procesionarias del pino están cubiertas de pelos venenosos con una toxina que es devastadora para los perros que ponen sus narices cerca de ellas.
Son muchas las clínicas en España que tratan a un perro casi todos los días por haberse visto afectado por las procesionarias. Es posible identificar si un perro ha tenido contacto con una procesionaria porque primero el perro comienza a rascarse la boca, como si quisiera sacarse algo de la lengua con las garras mientras saliva profusamente.
Problemas en los perros
Las procesionarias del pino causas varias lesiones a los perros. Por un lado hacen que algunos de sus órganos se hinchen, siendo más notable el caso de la lengua. Por otro, el perro puede sufrir problemas respiratorios capaces de provocar un desenlace fatal.
En la mayoría de los casos esto no ocurre porque llegan a tiempo al veterinario, pero la lengua del animal donde ha tocado una oruga sufre necrosis. Algunos pierden casi toda la lengua.
Los veterinarios recomiendan ir a una clínica tan pronto como se vean los síntomas, aunque se puede lavar la boca primero con abundante agua para diluir el efecto de los pelos venenosos.
Si camina por el campo lejos de cualquier clínica veterinaria, los especialistas pueden prescribirle una medicina en forma de pastillas o en una inyección que algunos dueños llevan consigo en caso de accidente, especialmente si tienen el tipo de perro que se come todo lo que encuentra.