La diálisis es la extracción del líquido en exceso que está en el organismo, y productos que el cuerpo no ha podido desechar. Existen dos tipos de diálisis que son la hemodiálisis y la diálisis peritoneal.
La hemodiálisis se hace con el fin de extraer sangre del cuerpo y se envía a un aparato que decanta las sustancias tóxicas y purifica la sangre para devolverla al cuerpo.
La diálisis peritoneal es cuando se introduce dentro del abdomen un líquido que tiene mezclas de glucosa y sales que elimina las sustancias contaminantes y luego las elimina, si se debe eliminar una cierta cantidad de líquido del organismo esa mezcla de glucosa se regula.
Cuándo comienza el proceso
Si el médico determina que la insuficiencia renal que padece la persona llega al punto que provoca pericarditis, un mal funcionamiento del cerebro, o una subida del pH de la sangre es cuando se ordena al paciente la aplicación de la diálisis.
Las sesiones de estás diálisis van de acuerdo al funcionamiento renal de la persona, pero más o menos se necesitan 3 sesiones por semana, y esto permitirá que el paciente lleve una vida normal, no sufrir lesiones en el sistema nervioso y no agravar el cuadro clínico.
Otros motivos para su realización
En caso que la persona haya ingerido medicamentos tóxicos, se debe aplicar tratamientos de asistencia respiratoria y asistencia al corazón para neutralizar el tóxico que está afectando al organismo y realizar la diálisis para extraerlo en su totalidad.