Se entiende por ácidos grasos saturados aquellos compuestos provenientes de los alimentos de origen animal (carnes, embutidos, yema de huevos, leche y sus derivados) y excepcionalmente presentes en algunos vegetales como el aceite de palma o de coco, cuyo consumo excesivo y progresivo puede ser perjudicial para la salud.
Estos ácidos afectan principalmente la salud cardiovascular y producen alteraciones en los lípidos sanguíneos, aumentando los niveles de colesterol total y LDL (conocido como colesterol malo) y disminuyendo las fracciones de HDL (colesterol bueno). El exceso de LDL en sangre produce lo que se conoce con el nombre de “placa de ateroma” (lesiones en paredes vasculares) que bloquea el flujo de sangre en las arterias.
Las grasas saturadas forman parte del grupo de ácidos que perjudican en la sangre, de allí que se sugiera moderación en su consumo y que se prefieran aquellos alimentos fuente de “grasas buenas” tales como pescado azul, sardinas, atún, aceite de girasol y de soya, margarinas de flora y tulipán, aceite de oliva, frutos secos y aguacate, entre otros como los usos del ácido fosfórico.
¿Cómo reducir el consumo de ácidos grasos saturados?
Entre algunas de las medidas que pueden tomarse para reducir al máximo el consumo de las grasas malas, tenemos:
- Prefiera el consumo de las carnes blancas como pollo y pescado y reduzca la frecuencia de ingesta de carnes rojas. La idea no es que las elimine por completo de su dieta pero sí que las limite a una o dos veces por semana cuando mucho.
- Elija los lácteos descremados.
- Prefiera los quesos de pasta blanda y reduzca los de pasta dura que contienen más grasas saturadas.
- Reduzca el consumo de embutidos y sustitúyalos por vegetales y carnes blancas en sus preparaciones.
- Evite el consumo de mantequilla, manteca, crema de leche y grasa de vaca o de pollo.
- Aumente el consumo de grasas buenas presentes en nueces, almendras, frutos secos, avellanas, pescados, aceitunas y semillas.
¿Por qué son perjudiciales para la salud los ácidos grasos saturados?
Se ha demostrado que el consumo excesivo de los ácidos grasos saturados produce:
- Elevados niveles de LDL en sangre.
- Riesgo aumentado de sufrir trastornos y enfermedades cardiovasculares.
- Obstrucción del flujo de sangre en las arterias.
- Disminución de las fracciones de HDL.
- Lesiones en las paredes vasculares.
- Elevados niveles de triglicéridos en sangre.
- Mayor propensión a padecer enfermedades cardiacas.